El trabajo de mediación se trata de hacer que las partes de un conflicto se escuchen, se comprendan y sepan como se sienten los demás.
Los mediadores nunca intervienen, sencillamente escuchan y hacen escuchar, basándose en la igualdad entre las partes.
Estos mediadores son formados por el mediador instructor una hora a la semana durante dos años.
En esas horas se les enseña los valores principales de la mediación, cómo escoger a los mediadores según cada caso, y cómo actuar en las distintas situaciones mediante pequeños teatros de disputas entre ellos.
La mediación sigue cuatro fases principales:
- En la primera, los mediadores tratan de crear confianza y un buen ambiente, además de exponer las pequeñas normas necesarias para que la mediación se lleve a cabo.
- En la segunda fase, las partes del conflicto, cuentan por turnos su versión del conflicto, además de describir cómo se sentían.
- La tercera fase consiste en, exponer las necesidades de cada parte y dar posibles soluciones haciendo una "lluvia de ideas".
- Por último, entre los afectados eligen las soluciones que más les conviene a ambos, y tras llegar a un acuerdo se fija una nueva fecha de mediación, llamada "revisión".
En conclusión, la mediación está reduciendo el número de incidentes violentos en los institutos, ya que muchos consiguen arreglar sus problemas antes de llegar a la violencia, además el sistema funciona mejor ya que los mediadores son otros alumnos e inspiran más confianza.
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